Final de temporada 2022-23 en Tailandia
En Gate seguimos ganado terreno a las injusticias que vive la infancia más desprotegida. Reflejo de ello son los objetivos logrados durante nuestra última temporada 2022-23 en Phuket (Tailandia), que acabamos de finalizar. Y es que, durante el pasado año, hemos logrado alcanzar metas con las que soñamos desde nuestra fundación.
Llegamos a Tailandia en 2018 con la misión de ayudar a los niños y niñas en situación de vulnerabilidad, con falta de oportunidades y un futuro complicado. A través de la práctica del fútbol, hemos tratado de ofrecerles herramientas y de enseñarles valores imprescindibles para sus vidas. Sin embargo, con la llegada de la pandemia detectamos en los menores otro tipo de necesidades vitales, como la falta de alimentos en sus hogares, escasez de recursos económicos de sus familias para el acceso a la educación e incluso, viviendas en condiciones deficientes, entre otras dificultades.
Esta situación ha provocado que ampliemos nuestro ámbito de actuación, más allá del terreno de juego. De esta manera, durante 2022 hemos formalizado la entrega de alimentos y productos de higiene a estas familias así como el apoyo extraescolar a los niños, que comenzamos durante la crisis sanitaria. Además, analizamos la situación de cada menor de forma individualizada para detectar las necesidades reales a cubrir y lograr así que nuestra metodología de trabajo realmente ayude a los menores a mejorar sus vidas.
Por otro lado, hemos entendido que las familias son una pieza clave para el bienestar de nuestros menores. Por eso, hemos comenzado a actuar de forma más directa sobre el entorno familiar de los niños y niñas de Gate, ayudándoles en la búsqueda de una vivienda en condiciones y un empleo que permita aliviar la economía del hogar.
Estos avances han sido posibles gracias a los agentes externos que facilitan nuestra labor sobre la localidad. Hemos ampliado nuestra red de colaboraciones con centros escolares y de integración, lo que nos ha permitido incorporar a más menores en nuestro proyecto y tener un mayor impacto en la sociedad de Phuket.
“Ha sido muy emocionante cerrar esta temporada tan especial en la que hemos logrado alcanzar importantes objetivos. Los resultados logrados durante esta temporada con los niños y niñas de la fundación -a nivel emocional, educativo y deportivo- han sido muy positivos. Hemos visto cómo progresan y cómo se dirigen a convertirse en su mejor versión. Progreso que también ha sido percibido en sus casas, por sus familiares, y en las aulas”, según explica Elle Manchusa, directora de Gate en Tailandia.
Este nuevo camino, y sus resultados, han marcado un antes y después en nuestra historia. Comenzamos a preparar la próxima temporada que se presenta tan emocionante como la pasada.